De momento, ésta seria la secuencia que mejor podría sustituïr y explicar lo que me ha ocurrido:
MUERTE SÚBITA
Sería una llamada a media tarde, cualquier última tarde de este diciembre.-Nina, ha pasado algo realmente dramático.
-(...)
-Eugenio ha muerto.
Ha sido de repente, nadie sabe como ha podido suceder.
-Pero eso es imposible. Donde está? Donde estaba? Quién estaba con él?
-No lo sé, pero ha muerto.
(...)
Y hay algo más...
-Como algo más?
-Sí, sus últimas palabras, antes de morir, han sido...
Bueno, no han sido para su padre, ni para su hermana.
Tampoco para tí. Han sido...
-Que. Dilo.
-Mmmm...Nnnnn... Pascual.
*Eugenio está bien de salud. Pero me ha dejado. Al parecer tiene que ver con una tal Pascual. Yo estoy desolada y desollada.
4 comentarios:
La desolación es un buen lugar para volver a sembrar y esperar que bajo el calor del nuevo sol los nuevos brotes refresquen y suavicen el dolor de las heridas.
Un beso. Ya sé que vas mejor, me alegro.
Josu
Ay Josu, que majo eres!
¿A que ahora te da un poco de risa?
Sí. El humor es el gran redentor.
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