Parece bastante probado que Stanley Kubrick hacía gala de una mente suspicaz.
Ken Adam, que diseñó para él los decorados de Dr. Strangelove y Barry Lyndon, cuenta que un día, al cabo de poco de estar colaborando juntos, Stanley se quedó observándole por encima del hombro mientras trabajaba en unos bocetos. Al cabo de un rato le espetó:
“ Ahora ya sé como consigues estos diseños, es porque llevas todas las lineas a un mismo punto”.
A lo que Adams contestó: “Stanley, esto es lo que llamamos un punto de fuga y es simplemente una ayuda pero no crea el diseño.”
13 de junio de 2008
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